Discreto, rápido y con años de conocimiento del mercado.
La historia de Antofagasta comienza mucho antes de que la ciudad se llenara de edificios que hoy son considerados como monumentos históricos. Los changos fueron los primeros habitantes de Antofagasta, sin embargo, la ciudad no se pobló hasta 1845, cuando el minero copiapino Juan “Chango” López llegó para explotar guano y minerales. Este atractivo minero motivó su fundación en 1868 por el presidente boliviano, Mariano Melgarejo, que eligió el nombre de Antofagasta por una hacienda que tenía en Antofagasta de la Sierra, actual provincia Argentina.
En un recorrido por el patrimonio y la historia de esta importante ciudad del norte de Chile, se pueden conocer los sorprendentes rincones que son testigos de su cultura marcada por la vida entre el desierto y el mar.
El que dicen es el mural más grande que se ha pintado en Chile, la única fotografía de un chango que existe en el mundo, un reloj que los antofagastinos comparan con el Big Ben y más de 10 edificios y esculturas que por su belleza e historia han sido declarados como Monumentos Históricos, están entre los numerosos tesoros que se esconden en el Barrio Histórico de Antofagasta, una de las siete Zonas Típicas del Norte Grande.
Ex edificios del Resguardo Marítimo y de la Gobernación Marítima
Construidos en 1910 para el Centenario, los edificios unidos por una pérgola se ubican sobre el bandejón central de la avenida Balmaceda, creando una puerta de entrada al Barrio Histórico de la ciudad, declarado como tal en 1985.
Durante los primeros años del siglo XX, el ex edificio del Resguardo Marítimo tuvo como función evitar el robo de mercaderías del puerto. Aunque actualmente está cerrado, se puede reconocer su arquitectura neoclásica típica del norte al mirar sus ventanas y puertas de madera. Justo al frente, se encuentra la Gobernación Marítima, edificio que puede ser visitado y donde funciona la Biblioteca Patrimonial del Museo Regional de Antofagasta.
Calle Simón Bolívar: Reflejo del pasado arqueológico, histórico y ferroviario de Antofagasta
A diferencia de otras ciudades en donde la construcción más antigua es la municipalidad o la catedral, en Antofagasta ésta corresponde al edificio en donde se encuentra hoy el Museo Regional, el cual tiene una particular estructura ensamblada como rompecabezas. Este edificio se construyó en Valparaíso en 1867 y dos años más tarde fue trasladado por piezas hasta Mejillones. Sin embargo, al incendiarse la aduana boliviana en Antofagasta, el edificio fue llevado en su reemplazo en 1885. Desde 1984 es sede del museo, año en que ya tenía la categoría de Monumento Histórico.
Con más de diez mil objetos distribuidos en colecciones arqueológicas, etnográficas, históricas y paleontológicas, el Museo Regional de Antofagasta permite conocer los orígenes de esta región que se remontan hace 10.000 años en la Quebrada Las Conchas, zona precordillerana poblada por los changos. Sus demás exhibiciones muestran parte de la historia de la Guerra del Pacífico y fotografías, muebles y vestuario de los siglos XIX y XX. Al finalizar el recorrido en la Sala de la Identidad, se pueden ver fotos actuales de los habitantes y de los lugares más emblemáticos, como La Portada y el tren que pasa por la ciudad, los que son parte importante de la identidad antofagastina.
En la misma calle, que aún mantiene rieles antiguos de trenes entre los adoquines, está el edificio del Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB) construido en 1867 y reconocido como Monumento Histórico en 1981. Con más de una cuadra de largo, el imponente edificio verde con balcones y ventanas de madera de estilo neoclásico, demuestra la influencia de este medio de transporte en la historia de la formación del Barrio Histórico. Frente a este gran edificio está el Centro Cultural de la Estación que muestra objetos del inicio del ferrocarril, como boletos y una central telefónica.
Plaza Colón: Sitio de regalos históricos
A solo dos cuadras caminando hacia el sur de la ciudad, está la Plaza Colón, también conocida como la Plaza de Armas. Lo primero que destaca en ella es la Torre Reloj, ubicada en el centro de la plaza y en donde confluyen todos los sus senderos. La torre fue regalada por la colonia inglesa e instalada en septiembre de 1911. Hecha con bloques de concreto, tiene en cada una de sus cuatro caras un reloj, haciendo que muchos antofagastinos la comparen con el Big Ben. Declarada Monumento Histórico en 1986 y con 15 metros de alto -incluida la veleta de la punta- la torre destaca entre los verdes árboles de la plaza que contrastan con la desértica Cordillera de la Costa, que impacta por su cercanía con la ciudad.
Mirando hacia el mar se encuentra el Monumento a los Reyes de España, ubicado en un costado de la plaza. Acompañado por un cóndor y un león, fue declarado Monumento Histórico en 1995. El monumento fue diseñado por el arquitecto Jaime Pedreny e inaugurado en 1911.
En el lado sureste de la plaza está el Kiosko de la Retreta, una pérgola donada por la colonia croata que homenajea al Dr. Papic, considerado uno de los promotores del desarrollo en Antofagasta. Declarado Monumento Histórico en 1995, tiene dos pisos donde hasta hace un par de años se realizaban conciertos.
Pero la Plaza de Armas de Antofagasta no solo es el lugar donde la historia de la ciudad fue dejando a estos monumentos como recuerdos de su pasado, ya que sus paseos fueron testigos de la Matanza de Plaza Colón, ocurrida el 6 de febrero de 1906. Este hecho fue parte de las protestas sociales que encabezaron los obreros del ferrocarril FCAB, quienes pedían treinta minutos más para almorzar. Ante el rechazo de la empresa, los trabajadores se manifestaron en la plaza, siendo atacados por el Batallón Esmeralda y la Guardia Blanca del ejército chileno.
El aspecto actual de la Plaza Colón es producto de una remodelación hecha en 1996 que la dotó con bancas de madera que reciben la sombra de las enredaderas que cuelgan sobre ellas. Para el Bicentenario, se instalaron mesas de ajedrez, frente a la Intendencia Regional, uno de los edificios más nuevos de la Plaza.
Ex Edificio de Correos y Catedral San José
Frente a la Plaza Colón está el ex Edificio de Correos, reconocido como Monumento Histórico en 2009. Construido entre 1921 y 1930, con un marcado estilo neoclásico francés y a base de hormigón armado, en él hoy funcionan las oficinas de la Asociación de Municipalidades, Correos de Chile y Juzgados de Letras, y pronto albergará también la Biblioteca Pública Regional más grande del norte del país.
De espalda a los desérticos cerros y frente a la Plaza Colón por San Martín, está la Catedral San José, sede de la Arquidiócesis de Antofagasta. Su construcción, iniciada en 1907 con madera de laurel, se hizo con fondos recolectados por los habitantes de La Chimba, sector ubicado en el norte de la ciudad.
El edificio ha superado tres incendios y se ha mantenido como el más alto de la plaza. Cada 8 de diciembre, llega hasta la Catedral una procesión de fieles que carga una imagen de la Virgen María desde la Basílica Corazón de María. Esta Basílica se ubica al sureste de la ciudad y es muy fácil de reconocer por la enorme escultura de la Virgen que está sobre la cúpula más alta, la cual se puede ver desde casi cualquier lugar de la ciudad. Construida en 1907 y considerada un hito de la ciudad, es otro de los lugares que vale la pena conocer en Antofagasta.
En la calle Sucre está el Teatro Municipal. Aunque el edificio en sí no llama mucho la atención, no es mala idea ir a mirar su cartelera que ofrece conciertos, exposiciones fotográficas y obras de teatro desde 1981. Una cuadra más arriba se encuentra la Primera Compañía de Bomberos de Antofagasta, construida en 1875 y declarada Monumento Histórico en 1992. Diseñada por el arquitecto Santiago Shank, tiene una campana de 500 kg. en su cúpula, donada por la colonia italiana en 1910.
Las numerosas tiendas, heladerías y restaurantes que hay en todo el paseo nos avisan que estamos en una de las zonas más vivas de esta ciudad. Tomar un helado en la calle mientras se escucha la música de un saxofonista callejero, es un panorama bastante habitual en este lugar. El paseo más transitado de Antofagasta se inicia en la Plaza Colón, en donde la calle Arturo Prat se convierte en un paseo peatonal y clásico punto de encuentro del barrio histórico. Con forma de “L”, se extiende por tres cuadras, uniéndose a otras tres de la Av. Matta.
En la esquina con Condell, está la escultura “Alma del Pueblo”, inaugurada en 2003 en la cual se distinguen seis personas de siete metros cada una que se ven desde el inicio del paseo. Por el mismo paseo se puede llegar directamente al Mercado.
Mercado Central de Antofagasta
El gran tamaño de la explanada de la Plaza Emilio Sotomayor, frente al Mercado, se convierte en muchas ocasiones en una cancha de fútbol improvisada por un grupo de niños, la cual se mezcla con los peatones y predicadores que se agrupan en esta explanada también conocida como la Plaza del Mercado. En un costado de ésta y entre locales artesanales, destaca la Estatua al Centenario de la República con detalles de bronce y donada por los alemanes en 1910.
La estatua y la explanada dan la bienvenida al Mercado Central que desde 1927 es un clásico lugar turístico que ofrece los productos gastronómicos más típicos de la zona, como albacora, mango de pica y tomoyo. Ya sea para almorzar durante un día de trabajo o como un paseo de fin de semana, el Mercado es un lugar lleno de vida que se debe visitar para comer en sus típicos restaurantes que rescatan lo más propio de la gastronomía de la región.
Casa de la Cultura y Mural de Luis Núñez San Martín en ex Casa Gibbs
Desde el Mercado hacia la costa, vale la pena desviarse por calle Latorre para conocer las primeras dependencias municipales de Antofagasta, donde ahora funciona la Casa de la Cultura Andrés Sabella, que desde 1999 es Monumento Histórico. Construida entre 1913 y 1914 siguiendo la línea arquitectónica neoclásica francesa de otros edificios, está abierta al público todo el año con exposiciones y eventos de danza y música.
Continuando por la calle Baquedano hacia la costa, se puede llegar a la ex Casa Gibbs. Lo primero que llama la atención de esta casa es que dos caras de su fachada están cubiertas por un mural de 1.000 m2 que, según dicen, es el más grande de Chile.
Pintado por Luis Núñez San Martín, recrea una escena de 1915 en una estación de trenes. Como el mural está en la costanera, una de las avenidas más transitadas de la ciudad a toda hora, siempre hay gente frente al mural, ya sea tomándole fotos o porque es común que sea usado como punto de encuentro.
Hay que ver: En el Museo Regional está la única foto que existe de un chango en Chile y el mundo. La fotografía fue tomada por los primeros ingleses que llegaron a Antofagasta y corresponde a una mujer joven.
Fuente: plataformaurbana.cl