¿Quiere vender su propiedad, pero aún está pagando el crédito hipotecario? No hay problema, esta es una práctica que incluso puede resultar muy conveniente para quien vende y para quien compra.
¿Precio de venta?
Una de las razones para que la deuda hipotecaria no sea un impedimento para vender una propiedad es que no influye en el precio de venta, ni tampoco en los plazos de los pagos o en el tiempo de la operación.
Para asegurar el pago del crédito, el valor de la nueva compraventa debe ser superior al monto de la deuda financiera. Y en el caso que la plusvalía del sector haya aumentado, se podrá ofertar a un valor considerablemente más alto que el total del préstamo.
Otra alternativa en esta clase de operación es que el comprador asuma la deuda hipotecaria. Esto ocurre principalmente cuando las condiciones del crédito son convenientes para el usuario, específicamente si la tasa de interés es de un valor razonable. Así, se traspasa la deuda al comprador con las mismas condiciones que rigieron para el vendedor, previa revisión y aceptación del banco.
Recomendaciones
Si el valor de la vivienda es mayor a la deuda, se recomienda que el comprador entregue la diferencia al vendedor después de inscribir el inmueble a su nombre en el Conservador de Bienes Raíces, y se acredite que se encuentra libre de hipotecas, gravámenes y prohibiciones legales.
Finalmente, para evita cualquier inconveniente es importante que los involucrados se asesoren con expertos del mercado de viviendas como corredores de propiedades o con profesionales del ámbito legal y financiero.