Castañada en familia

La Cerdanya se prepara para la castañada más familiar

El próximo fin de semana está marcado en rojo en el calendario de muchos jóvenes (y no tan jóvenes) por la celebración de Halloween, una festividad de origen anglosajón pero que ha arraigado con notable fuerza en España. Sin embargo, en la Cerdanya esta fiesta se combina con una tradición propia que sirve como preparativo para el día de Todos los Santos. Se trata de la Castañada.

Entre la tradición y la importación

La Castañada (Castanyada, en catalán) se constituyó hace muchos años aprovechando la abundancia de este fruto en la Cerdanya. De este modo, las familias se reúnen en la calidez del hogar y tuestan las castañas durante la víspera de Todos los Santos, en medio del recuerdo de los que ya no están. En algunas casas también es tradicional asar batatas o moniatos, con un sabor más dulce y que suele agradar a los más pequeños.

Claro que el manjar estrella de la jornada son los panellets, unos dulces típicos elaborados a base de almendra, piñones y azúcar, aunque hay casi tantas preparaciones como hogares (algunos los recubren con chocolate, por ejemplo). Por supuesto, tan apetitoso bocado también puede encontrarse en cualquier pastelería de Puigcerdà y el resto de localidades de la comarca.

En los últimos años, estas tradiciones tan arraigadas han compartido protagonismo con los disfraces más terroríficos de Halloween. Así, no ha sido infrecuente ver a todo tipo de "monstruitos" devorando panellets por la calle (curiosa y armoniosa forma de compaginar el folclore local y el de importación). En muchos hogares, se ha hecho habitual la estampa de las castañas asadas bajo la atenta mirada de las calabazas (con su escalofriante sonrisa).

En familia y en casa

Como ya hemos visto, la Castañada es un evento eminentemente hogareño, máxime en las circunstancias que envolverán a la edición de 2020. Los desfiles callejeros no podrán repetirse en esta ocasión, pero ello no resulta óbice para que los residentes adornen sus viviendas con los motivos más habituales en esta jornada.

En cierto modo, se trata de un regreso a los orígenes de ambas celebraciones, cuando su vinculación con la familia era más estrecha y la mayoría de actividades se realizaban en casa. Sea como sea, con fuego, castañas, moniatos, panellets, calaveras de plástico o disfraces de Drácula, los hogares de la Cerdanya volverán a combatir el frío en buena compañía.