Trazado como una prolongación de la alameda Principal, más que de un parque tradicional, se trata de un paseo con jardines a ambos lados, de ahí su nombre. De carácter renacentista y barroco, el diseño es el de un jardín mediterráneo con numerosas especies subtropicales, que lo convierten en uno de los más importantes parques públicos de Europa en lo que a flora exótica se refiere. Cánovas del Castillo, desde su posición de Presidente del Consejo de Ministros, quien puso todo su empeño en dotar a Málaga de los elementos necesarios para convertirse en una gran ciudad con la vista puesta en el nuevo siglo que estaba por llegar.
La idea visionaria del político malagueño se convirtió en una realidad gracias al proyecto que el ingeniero Rafael Yagüe terminó en el año 1876. La propuesta incluía el diseño de un puerto amplio que contemplaba la construcción de los muelles 1 y 2 tras una compleja obra para la época que hacía necesario ganarle al mar unos 150 metros de longitud con materiales procedentes del monte del Morlaco y de la cantera de Almellones, en la barriada de el Palo. Todo un reto. Sólo había un inconveniente: la financiación. Unos 6 millones de las pesetas de entonces que obligaba a vender parte de esos terrenos conseguidos al rebajar la línea de muelle. Debido a la grave crisis económica de finales del S.XIX , el Estado adelantó el dinero necesario a la entonces Junta de Obras del Puerto para que pudiera terminar la obra. De esta forma Cánovas del Castillo evitó que hubiera que vender los terrenos ganados al mar,consiguiendo que fueran regalados a la ciudad para construir el que hoy es uno de los jardines subtropicales más importantes de Europa.
El autor de los preliminares del proyecto fue el Marqués de Larios y en su diseño intervinieron arquitectos como Manuel Rivera Valentín, Eduardo Strachan Viana-Cárdenas, Manuel Rivera Vera, Fernando Guerrero Strachan y Joaquín de Rucoba entre otros, siendo este último el principal diseñador.
Tras más de 20 años de obras, la ciudad recibía la urbanización de esta majestuosa obra por parte del Estado el 2 de agosto de 1897, aunque diferentes trabajos se realizaron en los años posteriores hasta componer el Paseo del Parque actual.
En su lado norte se encuentran edificios representativos del poder de la ciudad, como son el Ayuntamiento, el Banco de España o el Palacio de la Aduana, hoy día sede del Museo de Málaga, mientras que en su lado sur encontramos el Palmeral de las sorpresas, paseo obra de Jerónimo Junquera, donde la ciudad y el puerto se fusionan en un solo espacio.
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