Con días mayormente suaves y noches frescas, el clima de invierno en Mallorca es perfecto para disfrutar al aire libre. La Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que con 90 km de longitud forma la columna vertebral de Mallorca y se extiende desde Andratx en el suroeste, hasta el Cap de Formentor en el norte, es una zona ideal para disfrutar del ciclismo, la equitación, la escalada y las caminatas. Las montañas, con sus atractivas fincas construidas en piedra, casas de pueblo y majestuosas mansiones campestres, están entrecruzadas con senderos bien señalizados. Las carreteras de montaña son un terreno privilegiado para los ciclistas, que tienen su base en el norte de la isla y los utilizan para entrenar, evitando los fríos inviernos del norte de Europa.
Hay varios clubes locales, incluido el Mallorca Hiking Club, para aquellos que disfrutan de caminatas guiadas. Una de las mejores caminatas en un hermoso día de otoño o invierno, es seguir una (o más) de las ocho etapas de la ruta de piedra en seco (GR221) también conocida como la “ruta de pedra en sec”, que va de Andratx a Pollensa. Estas estructuras, así como las terrazas de piedra seca construidas durante la ocupación árabe de la isla, dominan el paisaje rural. Entre ellos se encuentran algunas de las fincas más bellas de la isla, así como lugares importantes como el monasterio de Lluc (donde puede pasar la noche en el refugio, o el refugio de la montaña, que hay que reservar con mucha antelación). La guía local Valerie Crespi-Green ha escrito un útil libro de paseos que termina en los típicos restaurantes mallorquines, vea Walking and Eating en Mallorca para una recomendación sobre Lluc.
Hay variados refugios en la isla, de diversas características. Gestionados por el gobierno local, son grandes y pequeños, algunos tienen dormitorios compartidos, otros son tan básicos que no tienen camas (esto incluye la mayoría de los de montaña) el costo es generalmente de unos 14 euros por noche. Son los más concurridos en otoño y primavera cuando la temporada de caminata está en pleno apogeo.
Si desea pasar una noche en un refugio pero sin querer abordar las laderas de la Tramuntana, otra opción sería subir al Puig de Maria a las afueras de Pollensa y permanecer en el Santuari, en la parte superior, solo se necesita una hora para subir. Otra ruta para abordar sería el Coll Baix, cerca de Alcudia, que lleva a una pequeña cala a la que solo se puede llegar en barco.
Uno de los paseos más hermosos en esta área son las ruinas del Castell del Rei, a siete kilómetros al norte de Pollensa. Fundada por los moros, esta fue la última fortaleza en rendirse a Pedro de Aragón y fue abandonada en 1715. Se encuentra en una finca privada, lo que significa que se debe solicitar el permiso del ayuntamiento de Pollensa antes de partir. Otro paseo sería a la Finca Son Real en Santa Margalida. Comprada por el gobierno en 2002, este es un ejemplo de una típica casa tradicional de Mallorca; hoy también hay un museo arqueológico. Hay muchos senderos bien señalizados desde aquí para todas las capacidades y edades, y en el refugio pueden dormir ocho personas. Para disfrutar de las vistas más impresionantes de la costa, un objetivo adicional sería caminar hasta la ermita del siglo XVII en La Victoria, que disfruta de un deslumbrante panorama de la bahía de Alcudia.
Para un reto más desafiante, está el Puig Tomir, con sus 1.103 metros es un ascenso por empinados precipicios y acantilados. En el camino, puede ver los restos de las casas de la nieve tradicionales (donde se recogía la nieve para hacer hielo) así como la vida silvestre y vistas espectaculares. Finalmente, Nordic Walking es un deporte emergente en la isla y consiste en caminar con bastones especialmente diseñados para ello. Mallorca tiene el primer parque de marcha nórdica en España creado en Alcudia, que ofrece diferentes itinerarios con tres niveles de dificultad.
Todo ese ejercicio es una excelente excusa para disfrutar de una buena comida, en uno de los muchos restaurantes locales que están abiertos al norte de la isla, durante el otoño y el invierno. Entre otros, el Club de Golf Alcanada cerca de Alcudia, Il Giardino, Clivia y La Fonda en Pollensa, Bellavista en Puerto Alcudia, El Sol en Son Serra de Marina, Mare Nostrum en Sa Pobla, Real Club Náutico, Casa Vila, Los Faroles, Celler La Parra y el Stay en la población del Puerto Pollensa.
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Sobre autor: Arabella Youens es una editora y periodista independiente con sede en Londres. Después de haber estudiado en la Universidad Autónoma de Madrid y haber trabajado durante un verano en Palma y un año en Barcelona, habla bien el español y cubrió el mercado inmobiliario de gama alta en las Baleares durante más de diez años, mientras que era Property Editor de la revista Country Life. Hoy continúa escribiendo sobre propiedades e interiores a través de una variedad de títulos como The Telegraph, Country Life, London Evening Standard, City AM, Homes & Gardens y Country & Town House.