Se finaliza un año con datos negativos respecto al medio ambiente, obligando a sectores como el inmobiliario a plantearse objetivos que mejoren la calidad del entorno a través de nuevas actividades o acciones como es el impulso de las viviendas sostenibles.
Debido al exceso de gases del efecto invernadero -generados por la actividad humana- existe un cambio climático que conlleva un aumento del nivel del mar.
Del mismo modo, la construcción de cualquier edificación hace que se generen efectos perjudiciales para el medio ambiente. Por lo que, el mercado y sector inmobiliario cada vez se involucra más para aumentar la sostenibilidad en sus viviendas.
Actualmente, la sociedad se encuentra ante un nuevo modelo de viviendas, donde se reduce o suprime el alto consumo energético gracias al uso de las energías renovables naturales como la luz del sol o el aire.
El objetivo de las viviendas sostenibles es conseguir las mismas prestaciones que se alcanzaban hasta el momento, pero reduciendo un 80% el consumo energético y la generación de residuos.
Este nuevo modelo de viviendas tiene diferentes características y elementos esenciales que hacen que sea sostenible.
Su construcción se da en lugares próximos a establecimientos que dan servicios básicos, por ejemplo: tiendas de alimentación, centros de salud… Haciendo que las personas que residan en esa zona se desplacen andando o en bicicleta, sin la necesidad de utilizar medios de transporte que perjudiquen al entorno natural.
También, están pensadas para situarse e integrarse con el propio entorno aprovechando varios recursos como la luz solar.
Los materiales de construcción que se empleen deben de generar el mínimo impacto medioambiental y reducir la huella de carbono. Por ello, se apuestan por materiales que generan los menores residuos posibles al final de su ciclo de vida.
Las fuentes de energía naturales y renovables se aprovechan al máximo para minimizar costos energéticos que se ven reflejados en las facturas de luz a final de mes.
Cada vez más personas son conscientes de está gran ventaja -con la que poder ayudar a mejorar el medio ambiente- y emplean diferentes elementos y técnicas como la instalación de paneles solares térmicos o fotovoltaicos.
Del mismo modo, introducir en el hogar electrodomésticos con calificación energética A hacen que se disminuya el consumo de la luz. Por ello, son elementos imprescindibles para conseguir una vivienda sostenible.