Propiedad situada en un oasis de calma

Esta excepcional propiedad fue construida en 2003 utilizando materiales tradicionales de excelente calidad, con un gusto exquisito y conservando el estilo arquitectónico original de la isla. Un maestro carpintero suizo y un jefe de obra alemán hicieron un trabajo excelente. En tan solo unos minutos en coche se puede llegar al encantador e histórico pueblo de "Villa de Arico" con sus restaurantes y tiendas. En la zona exterior de la propiedad hay magníficos jardines con varias especies de plantas autóctonas canarias, palmeras y árboles frutales. La imponente residencia cubre un total de 7.900 m². La casa principal cuenta con una luminosa sala de estar, un baño y dos cuevas históricas que se han reconvertido y ahora hacen las funciones de cocina y dormitorio. Se accede a otro dormitorio con su baño en suite a través de una entrada independiente, y la habitación en la torre adicional con sus impresionantes vistas se puede usar como tanto como dormitorio como oficina. También hay una casa de invitados separada con salón y dormitorio, cocina abierta y baño. A través del encantador y bien cuidado jardín, con sus hermosas áreas de relajación, se llega a una vivienda-cueva que con unos 80 m² dispone de dos dormitorios, salón-cocina y baño. A parte de esto, hay una sauna, ducha al aire libre y un pequeño corral. Desde la mayoría de las zonas se puede disfrutar de fantásticas vistas a las montañas y al Atlántico. Además, se encuentra aislada y garantiza absoluta privacidad. La oferta se completa con un trastero, varias plazas de aparcamiento, depósitos de agua para regadío, un jacuzzi y una bodega. Sin duda, es una casa increíblemente especial en una ubicación privilegiada que será difícil de igualar.