Ser propietario de esta exclusiva propiedad, ubicada en la avenida más prestigiosa del Eixample de Barcelona, es como transportarse en el tiempo hasta principios del siglo pasado, viviendo en una excepcional joya del modernismo catalán pero sin renunciar a todas las comodidades del s.XXI. La vivienda ocupa toda la planta noble de un palacio construido en el año 1905 por el arquitecto Joaquim Codina, y que actualmente forma parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Desde su imponente vestíbulo y a través de una magnífica escalinata privada, accedemos a la vivienda, que ha sido objeto de una meticulosa restauración por parte de sus propietarios actuales. Gracias a este trabajo de artesanía, se ha conseguido enfatizar los elementos decorativos originales de la propiedad, y mediante materiales de primerísima calidad, se ha obtenido una vivienda elegante y adaptada a las necesidades del usuario más exigente.
Sus aproximadamente 700 m2 interiores, se distribuyen entre toda la planta principal y dos altillos que albergan la habitación de los niños o invitados, con su propio baño, y el apartamento del servicio. Actualmente, la zona de día cuenta con un gran salón y comedor, ubicados en la parte más pública, con vistas sobre el Paseo de Gracia. Entre el comedor y la moderna cocina encontramos una estancia única, completamente amueblada con armarios de caoba, y pensada como zona de bar, que hará las delicias de los anfitriones de la vivienda y sus invitados.
La parte privada de la vivienda compuesta por dos amplias suites y la biblioteca, está abierta a un maravilloso y tranquilo patio, a través de una zona semiabierta de comedor y chill-out. Este patio, de unos 200 m2, está orientado a suroeste y en su centro encontramos una fuente que inunda estas estancias con el relajante sonido del agua.
Y para no renunciar a ninguna comodidad, la propiedad dispone de dos plazas de parking dobles en el mismo edificio, con acceso desde la Rambla Cataluña.
Es la propiedad ideal para aquellos clientes más exigentes que desean establecer su hogar en el centro de la ciudad, o bien poseer una segunda residencia en una de las calles más emblemáticas del mundo.