Esta masía se encuentra en una tranquila zona entre Sant Pere de Ribes y Sitges llamada Les Torres, junto a Vallpineda. De entrada, el confort y la luminosidad llaman la atención al tratarse de un edificio tan antiguo. La reforma de inspiración nórdica posee acabados de primera calidad y detalles que no pasan desapercibidos, como sus bóvedas de piedra y madera que conservan piezas de antigüedad en puertas, ventanas, armarios… Asociando lo mejor de los materiales modernos y luminarios con el espíritu de antaño, en su planta baja encontramos una gran cocina tipo office, y un gran espacio de salón - comedor con una chimenea donde disfrutar al calor de la familia. En la parte de atrás hay un aseo y otra salida a la calle a través de un espacio almacén. La planta superior, que llamaremos entresuelo, tiene una habitación triple que se puede modelar. Tanto el recibidor como la parte salón comedor tiene techos de doble altura, lo que le proporciona aún más nobleza. En la primera planta hay dos habitaciones dobles y un baño con una ducha que podría ser familiar. De camino a la última planta, se encuentra una terraza con vistas despejadas al campo y por el otro lado un verdadero escenario para las puestas de sol. En la parte superior de la casa, encontramos una habitación diáfana con vestidor y bañera de hidromasaje, todo bajo techos abuhardillados de madera noble con ventanas a dos vientos. Sin duda alguna, es una oportunidad única para quienes buscan tranquilidad en una ubicación estratégica a escasos minutos en coche del centro de Sitges.
Sitges ha sido desde siempre un lugar que ha hechizado artistas, turistas y en general visitantes de todas partes. Para muchos el secreto es su luz y los casi 300 días de sol al año. La naturaleza ha sido generosa con Sitges, ya que tiene el privilegio de estar situada en la costa del mar Mediterráneo y al pie del macizo del Garraf. A nivel cultural, el legado es extraordinario. El arte está vivo y las tradiciones se mantienen con modernidad. Sitges ha conservado importantes referencias medievales y lo pintoresco de la antigua villa de campesinos y pescadores. Goza de un carácter cosmopolita gracias a la heterogeneidad de su población, donde conviven más de 70 nacionalidades diferentes, lo cual certifica la existencia de cuatro colegios internacionales en los alrededores. Ahora, el Sitges del siglo XXI se basa en la creatividad, el talento y la innovación, pero sin perder nunca las raíces. Sitges es una ciudad que atrae y seduce.
Disponibilidad a acordar.
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