Península privada con acceso al mar

Esta excepcional propiedad se encuentra en Cala Boix. Probablemente, uno de los lugares más hermosos de Ibiza, es un lugar muy especial y original. La playa de arena fina y oscura es única en la isla y contrasta maravillosamente con las aguas cristalinas de la bahía. Es una playa familiar y tranquila con un pequeño restaurante de playa que ofrece un ambiente acogedor y familiar. La ciudad más cercana es el pequeño pueblo de San Carlos, a pocos minutos en coche, donde encontrará los supermercados, bares, restaurantes y escuelas más cercanos. Conocido por su encanto hippie, la amabilidad de los residentes, el ambiente relajado y los mercados de Las Dalias, San Carlos es popular entre los locales y turistas por igual. El camino privado a la propiedad ofrece unas vistas impresionantes de la bahía de Cala Boix, los pinares de Ibiza y las montañas de Siesta. Una puerta de acceso lleva a la península y el camino pasa por bosques de pinos, más allá del acceso privado al mar, hasta la colina en la que se encuentra la villa, desde donde hay vistas panorámicas del mar, Tagomago, Mallorca y el hermoso paisaje de Ibiza. Lo que hace que esta propiedad sea tan excepcional, aparte del tamaño de la parcela y de la casa, es el hecho de que es una de las pocas villas de la isla que está construida en la cima de una colina justo al lado del mar. En resumen, esta península tiene un tamaño de 111.000 m², en la que hay una villa con una superficie construida de aproximadamente 600 m². También hay dos piscinas con una superficie total de aproximadamente 100 m². La casa, la zona de invitados y la zona de personal tienen un total de diez dormitorios. Los impresionantes amaneceres y puestas de sol, la idílica tranquilidad y la incomparable privacidad hacen de esta península una oportunidad única en el Mediterráneo.