Elegancia atemporal: un refugio para lo esencial

Hay lugares que no se pueden explicar. Entras y simplemente sabes que todo encaja. Esta finca, situada en las tranquilas afueras de Andratx, es uno de esos lugares excepcionales. Rodeada de almendros, muros de piedra y la amplitud del valle, desprende una atmósfera tranquila y poderosa al mismo tiempo. La finca se encuentra en las tranquilas afueras de Andratx, donde termina el pueblo y comienza el paisaje. Un refugio para personas con sentido de la autenticidad. A solo unos minutos del centro, pero lo suficientemente lejos como para escapar de lo cotidiano. Lo que se está creando aquí no es un compromiso, sino un lugar para personas que buscan lo esencial. En el centro de la finca se abre un patio privado, bañado por el sol y rodeado de palmeras, naranjos y una elegante piscina infinity. Este espacio exterior protegido es el corazón de la casa, una composición de naturaleza, arquitectura y silencio que recuerda el encanto de un pequeño boutique hotel. Solo que aquí todo es suyo. La distribución no sigue una norma clásica, sino la vida misma. La forma en U se abre al jardín y las zonas de estar fluyen entre sí: cocina, comedor, salón. Las transiciones son abiertas, las líneas de visión están deliberadamente colocadas y la luz se convierte en parte de la arquitectura. En la planta superior hay tres dormitorios, todos con cuarto de baño en suite, vestidor o terraza privada. El espacio no resulta frío ni ostentoso, sino cálido, bien pensado y agradable por su sencillez. La arquitectura crea lugares de encuentro y retiro, a la altura de lo que realmente importa hoy en día: tranquilidad, claridad y calidad. La transformación se llevó a cabo en 2021, con un cuidado sin concesiones y respetando la esencia original. La piedra natural, la madera, los tonos arena y los elementos construidos a medida se combinan con la tecnología más moderna: calefacción por suelo radiante, cocina de alta gama, grifería de diseño, aire acondicionado y un concepto de iluminación integrado, para personas que entienden el confort y el buen gusto como una unidad indivisible. Desde la puerta principal, pequeños senderos conducen directamente a la naturaleza, por ejemplo, a miradores sobre Sa Coma Freda o más allá, a través de la Tramuntana, en dirección a La Trapa. Port Andratx se encuentra a unos diez minutos en coche. Y quienes disfrutan de lo local, en pocos minutos están en la plaza del mercado de Andratx, entre cafeterías, cultura y la auténtica vida cotidiana de la isla. Aquí no se vive en cualquier sitio, se vive con conciencia. En el sur. En la luz. En el propio hogar.