Propiedad rústica con dos casas mallorquinas y viñedos en ubicación privilegiada

Esta finca de 1890 se encuentra entre Artá y Colònia de Sant Pere. La propiedad de 70 hectáreas ofrece absoluta privacidad y vistas espectaculares del pintoresco paisaje con viñedo, olivares, almendros y pinares. La propiedad consta de una casa principal, una casa más pequeña, garaje, sala de máquinas, edificios agrícolas anexos y una gran piscina con casa de piscina. La finca ofrece una superficie habitable de aproximadamente 523 m², distribuidos en dos plantas. A través de la amplia entrada se accede a una luminosa sala de estar y comedor con techos altos con vigas de madera que crean una atmósfera señorial. En la planta baja también se encuentran una oficina, lavadero, dormitorio con baño y acceso a una terraza cubierta, así como un aseo de invitados. En la planta superior de la casa principal se encuentran seis dormitorios decorados con buen gusto y cuatro baños, dos de ellos en suite. En la planta baja de la finca más pequeña hay una cocina, una sala de estar y comedor con chimenea, un dormitorio individual y un aseo de invitados. La planta superior cuenta con una habitación doble, baño con ducha y una habitación individual. La piscina de 97 m² con cocina exterior y terraza ofrece espacio para toda la familia. El jardín idílico invita a relajarse y disfrutar. El equipamiento incluye calefacción central de gasoil en la casa principal y aire acondicionado en los dormitorios, radiadores eléctricos en la finca pequeña, ventanas de doble acristalamiento, conexión a Internet y sistema de alarma. La propiedad está conectada a la red eléctrica pública y dispone de dos manantiales de agua y cuatro cisternas. También se dispone de licencia de vino y licencia de caza. Un oasis de tranquilidad para disfrutar.