En una ubicación privilegiada, esta magnífica villa situada a pie de playa en La Cala de Los Alemanes, cuenta con la máxima privacidad y calma de toda la zona de Atlanterra.
Esta Villa es una maravillosa propiedad absolutamente integrada en la naturaleza salvaje, entre montañas abruptas, el Faro de Camarinal y el turquesa mar tan caracterísitico de Zahara de Los Atunes. Dispone de acceso privado a la playa a través de un camino que da a una mini cala de transparentes aguas y un entorno privilegiado emulando el paraíso.
Esta exuberante villa cuenta con amplitud, espacio y unas vistas al Océano Atlántico y al Estrecho de Gibraltar únicas con una parcela de 2466m2. Orientada al sur-este y distribuida en dos plantas, aprovechando la ubicación y la cota del terreno, cuenta con una superficie construida de 457m2. La propiedad cuenta con garaje cerrado para tres vehículos y zonas destinadas al almacenaje de utensilios de mantenimiento de piscina o de la vivienda.
A la planta principal accedemos por un luminoso recibidor desde el que apreciamos un gran patio interior que preside la propiedad y nos embelesa a su entrada por la cantidad de luz y amplitud que regala, estancia perfecta para disfrutar de una tarde soleada.
Todas las estancias están conectadas entre sí; desde el distribuidor de entrada a la derecha encontramos un pequeño aseo, dos habitaciones dobles con chimenea, baño en suite, vestidor y acceso a la terraza y la escalera que da acceso a la planta superior.
Bordeando el patio interior lleno de buganvillas, encontramos un amplio salón con distintas alturas de techo y unas magníficas vistas al mar y a la variedad botánica que nos ofrece el jardín. Una chimenea acristalada separa esta estancia de un espacioso comedor donde una gran mesa redonda preside la sala y comunica con la cocina que cuenta con un gran office acristalado dividiendo las zonas de trabajo culinario. A continuación, conectado a la cocina, encontramos la lavandería y una habitación con baño en suite para el personal. Todas las estancias de la planta principal comparten una espectacular y gran terraza con ventanas panorámicas de gran altura permitiendo así la entrada de luz directa pero siempre salvaguardando la intimidad de la propiedad, haciendo de cada estancia un rincón encastrado en la naturaleza aislado e íntimo. Encontramos en un extremo de la terraza una zona destinada a un maravilloso huerto ecológico.
En la primera planta encontramos dos habitaciones increíblemente espaciosas, cada una con baño en suite, vestidor y una gran zona de ocio o descanso compartida. Dichas estancias comparten una gran terraza que bordea toda la planta con vistas al mar y a las montañas.
A la planta baja accedemos por un bonito camino rodeado de plantas, árboles y arbustos minuciosamente cuidados. Encontramos una zona chill-out con sofás, un pequeño office, una habitación individual con baño en suite para invitados, un vestuario completo con baño y la elegante piscina de agua salada climatizada que reina esta planta rodeada de cómodas hamacas. Desde dicha planta accedemos mediante un camino a la playa a través de un bonito puente de madera.
La vegetación salvaje de la zona combinada con la impecable decoración y cuidado de la villa hacen de esta propiedad una vivienda singular y única ubicada en un enclave prestigioso y paradisíaco. La vivienda dispone de suelo radiante, aire acondicionado, persianas eléctricas, chimeneas y un maravilloso sistema de seguridad. La propiedad se alquila con servicio incluido de 3 personas fijas más dos jardineros durante un día a la semana.
Precio de alquiler según temporada. Precios a consultar.
La Costa de la Luz es el punto más al sur de Europa y está bañada por el Océano Atlántico. El nombre le viene dado por la vivísima luz del sol, que aquí brilla en todas las estaciones y que se refleja de manera muy especial en sus claros e inmensos arenales y en sus rojos atardeceres.
Gracias a haberse conservado libre de las masas de turistas durante muchos años y por gozar de numerosos espacios naturales protegidos, llegamos hoy día a una costa que es un verdadero paraíso: amplias playas con aguas limpias y poderosas e interminables dunas con la arena más fina y clara de la península. Muchas de ellas están situadas en entornos vírgenes y tranquilos. Otras más animadas, están equipadas con complejos hoteleros de primera, puertos deportivos, campos de golf y gozan de una buena oferta de ocio. De gran riqueza natural, podemos disfrutar de una excelsa gastronomía gourmet, que nos regala el paladar con los mejores pescados y mariscos, fantásticas carnes ibéricas y excelentes vinos.
La Costa de la Luz ofrece asimismo las mejores condiciones para la práctica de la vela, deportes acuáticos, surf y parapente, gracias al buen viento y a la bonanza de su clima que permite disfrutar del mar en cualquier época del año.
Desde el Parque Nacional de Doñana, pasando por las playas vírgenes de Huelva y Cádiz, la deliciosa Zahara de los Atunes y el antiguo enclave romano de Bolonia, llegamos al paraíso surfista de Tarifa, el punto más meridional de la península ibérica y lugar donde se encuentran las aguas del Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, frente a las costas africanas.