Cala d’Or, la “Bahía Dorada”, es una encantadora localidad con unos 4.000 habitantes situada en la región de Migjorn, a solo 60 kilómetros de Palma y aproximadamente a 45 minutos del aeropuerto. La ciudad más cercana de mayor tamaño, Santanyí, se encuentra a unos 15 kilómetros. La escarpada costa que rodea el municipio está salpicada de numerosas calas pequeñas de arena fina, ideales para que cada visitante encuentre su playa favorita. Un paseo por Cala d’Or revela una clara diferencia respecto a otros destinos turísticos típicos de Mallorca. La arquitectura está marcada por una ligereza única: la mayoría de los edificios tienen solo dos plantas y sus fachadas blancas resplandecientes armonizan perfectamente con los pinos que bordean las calles. El estilo cúbico de las construcciones, junto con las encantadoras casas blancas, recuerda a la relajada atmósfera de Ibiza, dotando al lugar de un carácter muy especial. Durante los meses de verano, Cala d’Or ofrece un ambiente animado y lleno de vida, mientras que en temporada baja reina una tranquilidad notable. El centro del pueblo cuenta con una extensa zona peatonal repleta de tiendas, cafeterías y restaurantes. Además, Cala d’Or conserva un "casco antiguo", situado no muy lejos de la zona comercial, que destaca por su atmósfera tranquila. Aquí predominan las casas de estilo ibicenco, lo que aporta un encanto muy característico a este rincón del pueblo. El exclusivo puerto deportivo de Cala d’Or es uno de los más grandes y lujosos de la isla, con cerca de 600 amarres. La zona del puerto ofrece una amplia variedad de bares y restaurantes, ideales para disfrutar de una velada relajada, especialmente al atardecer, cuando la luz dorada del sol se refleja sobre el agua.