El alquiler en Barcelona ciudad, ¡en auge!

En Barcelona, más de un tercio de las viviendas se destinan al arrendamiento. No es de extrañar: gracias a su apasionante mezcla de arquitectura moderna e historia, su buen clima y su estilo de vida, se ha convertido en uno de los lugares más populares para residir y emprender de Europa.

España ha sido tradicionalmente un país de propietarios de vivienda. Y lo sigue siendo, aunque cada vez un poco menos. En la última década, según Eurostat, el porcentaje de población que vive en alquiler se ha incrementado 4,7 puntos en todo el territorio nacional, acercándose al 25 %. Las grandes ciudades como Barcelona, Madrid y Valencia superan con creces esta media que, en el caso de la Ciudad Condal, se sitúa en un 38% del total de viviendas. Surge la pregunta de si detrás de este acercamiento a las cifras de nuestros vecinos europeos —aún bastante lejos, por cierto— hay un cambio de mentalidad. Es cierto que en los tiempos que corren, en un entorno de elevada inflación e hipotecas encarecidas, determinados colectivos, especialmente los jóvenes, tienen dificultades para adquirir una vivienda en propiedad y los clientes que querían comprar posponen su decisión debido a la subida de los tipos de interés.

Pero también hay otros factores que motivan el avance del alquiler. Los cambios socioculturales encuentran en esta opción una flexibilidad ante las nuevas necesidades y prioridades de la sociedad moderna. En el caso de los jóvenes esto se traduce en una mayor accesibilidad a la oferta laboral y a una red de oportunidades global. Tanto es así que, atraídos por los múltiples atractivos que ofrece Barcelona, la capital catalana se ha convertido en un imán para los llamados nómadas digitales. Además, el cliente internacional, acaparando el año pasado el 70 % de las operaciones de alquiler de Engel & Völkers en la Ciudad Condal, viene con más fuerza que nunca. Y es que con un precio medio de 20,92 € por metro cuadrado,Barcelona sigue siendo una ciudad que ofrece precios muy competitivos respecto al resto de ciudades europeas, lejos del top 10 de las capitales más caras y con los mayores incrementos interanuales. La tipología de vivienda más solicitada por los inquilinos en Barcelona es un piso de 100 metros cuadrados con dos dormitorios situado en áreas céntricas de la ciudad, en concreto en el distrito Eixample.