Palacete para Hotel de lujo en la Sierra de Córdoba

Engel & Volkers, desde su departamento de Fincas Exclusivas, presenta este singular propiedad en El Brillante, la zona residencial más exclusiva de Córdoba. La edificación protegida consiste en un palacete, cuyo valor arquitectónico es indudable, construido en el entorno de los años cuarenta, por del arquitecto Carlos Sáenz de Santa María y de los Ríos, uno de los representantes del neobarroco andalucista. Tiene dos plantas completas, con un patio central como eje de la vivienda. En la cubierta se encuentran dos cuerpos, uno correspondiente al casetón de escalera de acceso a la misma, y un torreón tipo belvedere, cuya función principal es estética pues enaltece y potencia la fachada principal de la edificación recayente a la Avenida del Brillante. La edificación existente cuenta también con una zona de sótano que comunica directamente con un porche trasero, con bellas vistas al jardín. En la actualidad existe un proyecto para reconvertir la propiedad en un Hotel de 4 estrellas, adaptando para ello el edificio original para alcanzar una capacidad de 17 habitaciones. Además de esto, se persigue la realización de un conjunto de edificios que incluya un total de 36 habitaciones, quedando distribuidas de la siguiente forma; 14 habitaciones dobles y 2 junior suites en un edificio y otros 2 edificios con capacidad para 10 habitaciones dobles cada uno. Por lo tanto, el hotel contará con un total de 53 habitaciones. El edificio principal, palacete neobarroco, contará en planta baja con zona de recepción, conserjería con zona de equipajes, salón, aseos generales, 7 habitaciones dobles, dos de ellas adaptadas a minusválidos, oficio, ascensor, un primer núcleo de escalera en continuidad espacial con el patio principal que da acceso a la planta primera y otro núcleo de escaleras que comunica todo el edificio, desde la planta sótano hasta la cubierta. La planta primera contará con 9 habitaciones dobles, una junior suite, un oficio y una terraza de uso común. La planta sótano albergará un salón con bodega, con acceso a la zona de jardín y piscina. El conjunto de nuevos edificios se proyecta de manera que afecten visualmente lo menos posible a la edificación existente y conserven tanto el jardín, de gran valor paisajístico, como la localización del vaso de la piscina. El sótano de uno de estos edificios se concibe como garaje con capacidad para dieciséis plazas, dos de ellas destinadas para usuarios con movilidad reducida. Una segunda vida para un edificio emblemático.