OASIS EN EL CENTRO DE LA CIUDAD

Al bonito patio porticado con columnas y solería de mármol, llegamos a través de un zaguán con puerta de hierro y pequeño distribuidor desde donde podemos acceder a la cochera y la oficina. En esa planta baja al fondo del patio, nos encontramos un amplio salón con chimenea , dos dormitorios con armarios empotrados y amplios ventanales, una sala de estar y un baño. Y al otro lado del salón; otro baño y la cocina, recientemente reformada con mucha luz y con salida a otro pequeño patio donde está el lavadero. La salida al porche que da al espacioso y tranquilo jardín, se hace desde la sala de estar. En el jardín nos encontramos con palmeras, naranjos y bonitos parterres y además se divisa la gran y antigua torre, de la iglesia de San Miguel. Para subir a la primera planta de la casa, tenemos dos escaleras; una pequeña de madera desde la cocina y la otra, la principal de mármol. A esta última se accede desde el patio y tiene una puerta de madera que se atraviesa para subir a la galería. La galería es el distribuidor de todas las estancias y además rodea el coqueto patio con ventanas acristaladas. Ahí se encuentra el salón principal de la casa con otra chimenea y el gran comedor, ambos con salida a una terraza con vistas al jardín y a la frondosa arboleda. A su vez, nos encontramos cuatro dormitorios más con dos baños, la biblioteca y otro salón con balcones a la calle. En la tercera planta está la azotea y dos grandes espacios diáfanos que cubren toda la casa. Los techos tan altos, los suelos de mármol e hidráulicos, el bonito portaje y ese silencio que se percibe desde todas las estancias, hacen que esta casa se convierta en un oasis en medio de esta abolenga y antigua ciudad.