Encantadora finca con amplios espacios y un idílico entorno exterior

Esta acogedora finca combina el auténtico encanto mallorquín con una generosa distribución, un gran potencial y un exterior diseñado con esmero, repleto de rincones idílicos para relajarse y disfrutar. Un auténtico sueño para quienes desean tener su propia finca privada en Mallorca. Un largo camino de entrada bordeado de árboles frutales conduce hasta la propiedad, donde una amplia veranda recibe a sus visitantes: el lugar perfecto para comidas al aire libre o para resguardarse del sol en los días de verano. En el interior, la vivienda ofrece un cálido salón-comedor con chimenea y cocina abierta, un segundo salón con rincón de bar, cuatro dormitorios y dos baños. Uno de los dormitorios, especialmente amplio, se ubica en la planta superior y se accede mediante una escalera de caracol. Además, dispone de una sala polivalente de gran tamaño, ideal como salón de fiestas, zona de ocio o espacio para reuniones familiares. El exterior es, sin duda, uno de los grandes atractivos: con árboles consolidados, varias zonas de barbacoa y múltiples rincones con encanto para disfrutar del estilo de vida mediterráneo. En la parte trasera de la finca se encuentra un pequeño establo para caballos y un gallinero cercado, perfectos para los amantes de la naturaleza y los animales. La piscina, de aprox. 40 m², garantiza refrescantes momentos en verano. Un espacioso garaje con capacidad para varios vehículos completa la propiedad, ofreciendo además posibilidades de uso como taller o espacio para proyectos personales. La finca se ha mantenido en excelentes condiciones a lo largo de los años y ofrece, al mismo tiempo, la oportunidad de actualizarse según los gustos personales. Características destacadas: Calefacción central en toda la vivienda, amplio garaje, riego automático, portón eléctrico, árboles frutales, pequeño establo para caballos, gallinero cercado. Conexión a la red eléctrica municipal y suministro de agua mediante pozo comunitario.