Villa: una espaciosa residencia de campo
Piense en una villa y probablemente le venga a la mente una luminosa casa de verano, con sus jardines cuidados con esmero y sus grandes torres. El término tiene su origen en el Imperio Romano, cuando fue utilizado por gente como Cicerón y Plinio el Joven para describir sus casas de vacaciones en la campiña italiana. En la actualidad sólo nos quedan ruinas diseminadas, de las cuales las más famosas sean quizás las terrazas de la villa de Adriano en Tivoli.
Las villas también pueden tener una connotación clásica, con vigas de madera y cocinas de campo. Esto concuerda con la descripción de Plinio de la “villa rústica”, que es más un caserío elegante que una propiedad sofisticada. Estos caserones recibieron una mejora durante el Renacimiento, con un mayor énfasis en la simetría y las exuberantes características del jardín. Las villas de hoy en día pueden ser bastante modernas y minimalistas, pero todavía hay el mismo énfasis en la jardinería al aire libre, así como en un interior diáfano.