Finca en pueblo íbero del Castellar de Meca

Finca única e incomparable, tenemos el orgullo y el placer de presentarles una finca con unas posibilidades turísticas increíbles. Se trata de una finca con una extensión de 373 hectáreas, de las cuales 70 de labor, una nave agrícola de 625 m2 y dos casas con sus patios de 625 m2, una de ellas restaurada y la segunda completamente para restaurar. La luz es mediante un generador y el agua mediante pozo propio, aunque la propiedad también cuenta con dos aljibes naturales que recogen las aguas que provienen de las montañas, pero lo que realmente hace de esta propiedad que sea diferente y especial es su ubicación, situada en el mismo poblado íbero Castellar de Meca, declarado bien de interés cultural desde 1931, catalogada como una de las principales ciudades ibéricas, comprendida entre el siglo V al siglo III a. C. En esta propiedad podemos encontrar infinidad de cuevas, unas creadas naturalmente y otras por el ser humano, pinturas rupestres y el famoso Arco de San Pascual.