Diseñado por Ildefonso Cerdá, este céntrico barrio de Barcelona pertenece al distrito modernista por excelencia, y sus calles rectilíneas, anchas y elegantes son un buen ejemplo del movimiento de la ciudad. L’Eixample se extiende desde la Gran Vía a la Diagonal. Aquí se encuentran los principales paseos, como el Paseo de Gràcia, la Rambla de Catalunya o el paseo de Sant Joan y alguno de los edificios más emblemáticos, como la Sagrada Familia. Al mismo tiempo la Antiga Esquerra de l’Eixample, donde se encuentra la calle Villarroel, es un distrito residencial y tranquilo, con jardines escondidos en los patios de manzana, colegios, plazas y bares, donde la vida diaria resulta tranquila y agradable.