De principiante a referente: la historia de Cristina en Engel & Völkers

Lo que buscaba: autonomía, variedad y personas

Cristina se enamoró del sector inmobiliario porque le ofrecía lo que su anterior carrera no podía darle: libertad para organizar su agenda, salir de la rutina de horarios fijos y la posibilidad de decidir hacia dónde quería orientar su crecimiento.

“Cada día es diferente, cada cliente también. No hay una rutina aburrida. Para mí eso es lo más positivo de este trabajo.”

Pero no fue solo la libertad lo que la enganchó: también lo hizo la riqueza humana que hay detrás de cada operación. Acompañar a una persona o familia en un momento tan importante como comprar o vender su casa es, para ella, una experiencia única cada vez.

El valor de trabajar en Engel & Völkers

Desde el primer momento, Cristina sintió que estaba en el lugar adecuado. No solo por la reputación de la marca o por la calidad de las propiedades, sino porque Engel & Völkers ofrece algo más: formación constante, respaldo y una cultura profesional basada en el conocimiento.

“Aquí no eres un mero intermediario. Puedes implicarte en todo el proceso, aprender de cada fase y convertirte en una profesional completa.”

Y eso no es común en todas partes. Cristina conoce compañeros de otras agencias que solo participan en la primera parte del proceso: muestran el piso y luego derivan todo. Ella, en cambio, no se imagina trabajando de esa forma.

“A mí me faltaría algo. Aquí entiendes todo: desde el contrato de arras hasta el cierre notarial. Ese conocimiento te da confianza y valor profesional real. Te da seguridad. Te da una base sólida. Donde tú vayas, te llevas ese know-how contigo. Es un valor que no se pierde.”

Una anécdota inolvidable y muy humana

Después de casi una década en el sector, Cristina ha vivido de todo. Pero hay una historia que recuerda con especial cariño (y algo de sorpresa):

“Una clienta me dijo que quería probar el piso antes de comprarlo. Como si fueran unas zapatillas. Quería que los propietarios se fueran 24 horas para dormir allí y ver si se sentía cómoda…”

Aunque no llegó a dormir en el piso, la escena ilustra perfectamente la diversidad de perfiles y situaciones que se encuentran día a día los asesores inmobiliarios.

“Eso es lo bonito y lo loco de este trabajo: cada día es una historia diferente. Nunca te aburres.”

Lo que ha aprendido y no solo a nivel técnico

Cristina habla con orgullo del camino recorrido. Lo que empezó como una etapa de prueba se ha convertido en un proyecto de vida. Y si hay algo que destaca, es la cantidad de aprendizajes que ha acumulado, no sólo en términos técnicos, sino también personales:

• Psicología práctica:“Aprendes a decir la misma cosa de distintas formas, según la persona que tienes delante.”

• Autoconocimiento:“He identificado mis puntos débiles y los he convertido en fortalezas.”

• Organización y método:“Antes no era nada metódica. Pero aquí, cuando tú eres quien gestiona tu agenda, aprendes a hacerlo bien.”

• Formación sin techo:“No hay límite. Puedes aprender tanto como quieras. Y esa posibilidad no la encuentras en todas partes.”

“Este trabajo te obliga a evolucionar. Si tú estás dispuesto a aprender, aquí puedes llegar tan lejos como te propongas.”

Una escuela de alto nivel

Una de las cosas que Cristina comenta con media sonrisa -y media crítica- es que Engel & Völkers forma a gran parte del sector, incluso a su competencia:

“No hay inmobiliaria en Barcelona donde no haya algún agente ex Engel. Y todo lo que saben, lo aprendieron aquí.”

Y no lo dice con rencor. Al contrario, lo ve como una muestra de que la marca es una verdadera escuela de formación de élite:

“Aquí te formas en serio. Y ese conocimiento se lo llevan a otras agencias. Pero yo no me iría. No hay ningún otro sitio donde pueda crecer como aquí.”

Un consejo realista para quien empieza

Para quienes están considerando entrar al sector, Cristina es clara:

“No intentes aprender todo el primer día. Este mundo es inmenso. Pero eso no significa que no puedas aportar desde el primer momento.”

Según ella, lo importante es ir paso a paso, con humildad y ganas de crecer. Y si es dentro de una marca que te forma y te apoya, todo es más fácil.

Un futuro con propósito

Cristina es el ejemplo de que no hace falta empezar sabiendo todo para construir una gran carrera. Hace falta actitud, formación y un entorno que apueste por ti.

Hoy, después de casi una década, sigue encontrando motivación en cada operación. Porque para ella, este trabajo no va solo de casas, sino de historias, decisiones y relaciones humanas.

“Cada cliente te enseña algo. Cada día es una oportunidad de crecer. Y eso es lo que más me gusta de trabajar aquí.”

La historia de Cristina demuestra que, cuando el entorno es el adecuado y tú pones las ganas, no hay techo para crecer.

Si estás buscando un lugar donde desarrollarte profesionalmente, rodeado de personas que te inspiren y con el respaldo de una marca reconocida a nivel internacional, Engel & Völkers puede ser tu próximo gran paso.

Descubre cómo unirte al equipo y empieza hoy mismo a escribir tu propia historia.